Ahora, situémonos en San Juan, Argentina. Provincia grande, pero pueblo chico. Un verano caliente y seco, de esos que se ven en las películas mexicanas de Hollywood. Noche igual de ardiente, el bar de moda del momento, ubicado junto a una farmacia y un baldío, que siempre fue baldío, y una estación de servicio cruzando la avenida.